Abrigo de mis noches
y brisa de mis mañanas,
déjame vivir en el aura azul
que te envuelve!
Mi ser quiere entretejerse
con el lauro corazón de tu inocencia...
Las alas de tus besos me elevan
a los jardines celestes donde reinas,
y en mí nacen tus estrellas
para en tu amor iluminarme!
¿Qué es tu cuerpo,
sino un manojo de perlas
que caen sobre mi pecho
como hojas de otoño
para rendirme en su belleza
y en su pasión cautivante?
Cual juglar tu alma buena
me arrulla en cantos y bailes
bajo las noches serenas
y en los más bellos parajes...!
Dime tú, oh abrigo de mis noches
y brisa de mis mañanas,
¿cómo hago para no amarte?
Abrigo de mis noches.
Autor: Maximino Amado M.P.
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